La iniciativa puede convertir a la región en un modelo de desarrollo para otros territorios mineros del planeta. Contó con una amplia participación de actores claves para alcanzar un mejor bienestar de las comunidades y una mayor competitividad de la industria.
Un total de 20 propuestas de acuerdos considera la Estrategia Minera para el Bienestar de la Región de Antofagasta (EMRA) 2023-2050, un instrumento inédito que busca alcanzar un desarrollo sostenible y equitativo para el territorio.
El documento fue elaborado bajo el acuerdo del Gobierno Regional de Antofagasta en cooperación con la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OECD), junto al Instituto de Políticas Públicas de la Universidad Católica del Norte (IPP UCN) y será presentado la mañana del próximo 5 de octubre en la explanada de las Ruinas de Huanchaca, junto a las Ministras del Interior Carolina Tohá y de Minería Aurora Williams.
El objetivo es claro: conseguir un mayor bienestar para la región de Antofagasta, construido sobre un sector minero competitivo y ambientalmente responsable. Por ello, aunque la EMRA explicita que las comunidades donde se desarrolla la minería en Antofagasta, continúan rezagadas en varias dimensiones del bienestar y se requieren mayores esfuerzos para ofrecer oportunidades de desarrollo a nivel local, también explicita que el sector minero desempeña y desempeñará un papel estratégico en el desarrollo de la Región de Antofagasta y de Chile.
Es por eso que es urgente y necesario generar un trabajo amplio y de largo plazo para beneficio de toda la comunidad.
ACUERDOS TERRITORIALES
Ricardo Díaz Cortés, gobernador de Antofagasta, destacó que la EMRA fue levantada desde el diálogo transversal, cuestión clave para su legitimidad.
“Lo que me ha interesado es propiciar el diálogo entre todos los actores de la región, permitir que todos podamos tener voz y participar de la construcción de una región de futuro y eso es lo que estamos haciendo con este proyecto de la Estrategia Minera Región de Antofagasta. Nos hemos juntado con las empresas, la sociedad civil, el sector público y la academia para construir una visión de cómo queremos una mejor minería para la región. El Consejo Regional analizará las propuestas de la EMRA y así podremos firmar este compromiso”, detalló.
La Estrategia está construida a base de 20 propuestas de acuerdos regionales a los que el Gobierno Regional llegó después de sostener más de 80 reuniones presenciales y virtuales, grupos de discusión y asambleas con la sociedad civil, las comunidades indígenas, mineras, empresas del territorio, la academia y los gobiernos locales.
Las 20 propuestas se distribuyen sobre la base de cuatro dimensiones: la ambiental, la social, económica y la institucional.
En la primera dimensión se distinguen la transición para una minería más sustentable; la reducción del uso de agua continental. Se suman la transición energética para un mayor uso de energías renovables e hidrógeno solar; una reducción en la emisión de gases de efecto invernadero; una reducción de la generación de residuos de aire, tierra y agua; un compromiso por la biodiversidad y la conservación del capital natural y su recuperación; para cerrar con una mayor transparencia en los sistemas de monitoreo ambiental.
En el caso de la Dimensión social se cuentan la educación de calidad para desarrollar oportunidades; la contribución al desarrollo de ciudades atractivas; el aumento de la participación laboral femenina en la industria minera; un aumento de participación del empleo local en la industria minera y contribuir al desarrollo sustentable de las comunidades locales.
NUEVO PACTO SOCIAL
Respecto a la Dimensión Económica de la EMRA, destaca el compromiso regional por una minería competitiva e innovadora con estándares de clase mundial; fortalecer la participación de proveedores locales en la cadena de valor de la minería; desarrollar la logística e infraestructura común y fortalecer alianzas con universidades regionales en innovación y tecnología.
En tanto, en la Dimensión Institucional, los cuatro puntos a trabajar serán el desarrollo de una institucionalidad regional sólida y coordinada; el fortalecimiento de recursos y capacidades en el ámbito público regional; de capacidades para el desarrollo de bienes públicos y de la institucionalidad para la innovación y la productividad.
Cristián Rodríguez, director del Instituto de Políticas Públicas UCN, subrayó el impulso dado por el gobernador, enfatizando que este es un pacto que permitirá contar con “una minería del Siglo 21, más productiva pero también más sustentable”, considerando 20 acuerdos, definidos y consensuados entre las comunidades, el sector público y la industria.
“Son un primer avance, un primer paso sustantivo que la región de Antofagasta nunca había dado; esta estrategia servirá de ejemplo, tanto para la región como para el país, y para muchas regiones mineras a nivel global, donde la minería es un sector económico fundamental”, dijo.