La parlamentaria del Partido Social Cristiano denunció la gravedad de la interrupción del número de emergencias médicas SAMU, ocurrida el 21 de agosto pasado a nivel nacional, y acusó falta de protocolos claros, escasa información y desprotección ciudadana, especialmente en Antofagasta.
La caída del número 131 del SAMU, que se produjo el pasado jueves 21 de agosto a lo largo de Chile, “fue mucho más grave que un simple problema técnico”, según señaló la diputada por la región de Antofagasta, Yovana Ahumada, quien ofició a la ministra de Salud, Ximena Aguilera, para exigir explicaciones y medidas concretas para evitar que una situación similar se repita a futuro. “Aquí no se trató solo de una falla en un sistema, sino de una falla a la confianza que la ciudadanía deposita en sus instituciones cuando se requieren en caso de urgencias”, sentenció la parlamentaria.
Lo más alarmante, explicó la legisladora, es que “el colapso del 131 no se comunicó oportunamente a la población, al menos en Antofagasta, donde la comunidad quedó completamente a ciegas. No hubo alertas públicas, no hubo difusión de canales alternativos, solo un silencio preocupante por parte del SAMU, recayendo en Senapred el entregar las advertencias. Sabemos que cuando se produce un accidente o una emergencia, los minutos pueden significar vidas, y la falta de información puede convertirse en una amenaza real”, sostuvo Yovana Ahumada.
La diputada del PSC también cuestionó la desorganización con la que se intentó enfrentar el problema, indicando que “se entregaron números celulares como reemplazo al 131, pero sin realizar una difusión efectiva ni un respaldo institucional. Por eso me pregunto, ¿quién guarda de memoria un número desconocido cuando hay una emergencia?, por lo que me queda claro que no hubo una planificación adecuada ni un plan de contingencia”.
Por esta razón, la parlamentaria Yovana Ahumada solicitó formalmente una serie de antecedentes a la autoridad sanitaria, desde los motivos técnicos de la caída y su duración exacta, hasta el número de personas afectadas y las medidas preventivas para futuras contingencias. “Es necesario saber si se activaron los protocolos adecuados y si se realizará algún sumario administrativo para establecer responsabilidades y sanciones si es que amerita, porque no se trata de una falla menor ya que cuando falla el teléfono de la urgencia, lo que está en juego no es solo la comunicación, es la vida”.
En ese sentido, la diputada Yovana Ahumada emplazó a la ministra de Salud a que no minimice lo ocurrido, porque “no se puede jugar con la vida de las personas. Una emergencia nacional requiere de planificación y coordinación y eso no se vio. Me parece que es tan grave lo ocurrido, que no se puede volver a repetir, porque un país necesita contar con canales confiables de auxilio ante una emergencia”, finalizó.