El legislador expresó que el ataque vivido por conductores al ingreso del terminal del Trans Antofagasta “es una nueva herida en la seguridad” de la región.
El diputado Jaime Araya expresó su condena y preocupación por el violento asalto ocurrido en la noche del viernes 4, contra conductores de la línea 107 del Trans Antofagasta, quienes fueron atacados mientras esperaban ingresar al terminal. Uno de los choferes resultó gravemente herido, situación que el parlamentario calificó como “una nueva herida en la seguridad de Antofagasta”, lo que exige una respuesta urgente por parte de las autoridades.
“El transporte público no puede transformarse en un blanco para la delincuencia. Hay vidas en juego y no podemos esperar a que ocurra una tragedia mayor para actuar”, advirtió el diputado.
“el viernes la línea 107 fue víctima de un brutal ataque por parte de desconocidos, quedando un chofer gravemente herido. Esto no puede seguir así. La autoridad tiene que ordenar medidas especiales de protección para quienes prestan este servicio público”, afirmó el diputado Araya, solidarizando con los trabajadores afectados y sus familias.
El legislador advirtió que si no se implementan medidas urgentes, la situación podría escalar y afectar gravemente el funcionamiento del sistema de transporte público. “Si no se toman medidas, esto va a empezar a generar que la locomoción colectiva deje de llegar a ciertos lugares y trabajarán hasta mucho más temprano.”. Araya señaló que, ante esta situación, “se necesitan policías de civil arriba de las micros”.
Frente a estos hechos, el diputado pidió al Ministerio de Seguridad Pública, a Carabineros de Chile y a la Policía de Investigaciones (PDI) un plan especial de seguridad que contemple patrullajes reforzados en zonas de alto riesgo, y la incorporación de funcionarios de civil en buses y puntos estratégicos.
Asimismo, hizo un llamado a las autoridades regionales, municipales y a los gremios del transporte para coordinar una mesa de trabajo urgente que permita implementar medidas concretas de resguardo y evitar que el miedo se apodere de quienes prestan este servicio esencial.