Un equipo multidisciplinario del Hospital Regional de Antofagasta llevó a cabo una compleja cirugía para extirpar un avanzado carcinoma de paladar en una paciente de 70 años. La intervención no solo permitió la resección completa del tumor, sino que también incluyó una reconstrucción funcional inmediata mediante implantes cigomáticos y una prótesis especializada, lo que representa un nuevo estándar en el tratamiento oncológico en el norte de Chile.
La paciente, una profesora jubilada, presentaba un cáncer que comprometía completamente el paladar óseo y blando, además de afectar la mayoría de sus dientes superiores. Esto deterioró gravemente su calidad de vida, generando dolor crónico e importantes dificultades funcionales.
La cirugía consistió en la resección total del maxilar —estructura que sostiene los dientes superiores y forma parte esencial del rostro— incluyendo el paladar y las piezas dentales afectadas. Esto dejó un gran orificio en la cavidad oral, por lo que fue necesario recurrir a una solución innovadora: implantes cigomáticos anclados en el hueso malar (pómulo), que sostienen una prótesis diseñada para restaurar tanto la forma como la función de la zona afectada.
Gracias a esta técnica, la paciente pudo recuperar funciones básicas como el habla y la deglución en un corto periodo postoperatorio, lo que representó una mejora significativa en su estado general.
Convergencia de especialidades: la clave del éxito
Consciente de la complejidad del caso, el doctor David Coronel, cirujano de cabeza y cuello y líder del equipo, coordinó la participación de especialistas en distintas áreas para abordar integralmente el desafío quirúrgico, lo que incluyó cirujanos de cabeza y cuello, maxilofaciales, implantólogos y rehabilitadores.
El doctor Jorge Arancibia, cirujano maxilofacial con amplia trayectoria en cirugías oncológicas, participó en la fase de resección del tumor y planificación de la reconstrucción ósea. “Solicitan mi ayuda en las cirugías oncológicas de cabeza y cuello, donde me toca ayudar al cirujano cabeza y cuello a extirpar los tumores que me competen en mi área, que son los maxilares, la mandíbula o aquellos que incluya huesos de la cara, básicamente en hacer la osteotomía del hueso para poder sacar el tumor en bloque”, explicó, destacando la importancia de una resección completa con márgenes libres de enfermedad.
La resección radical del maxilar implicaba no solo una alteración estética significativa, sino también la pérdida de funciones esenciales. Fue en esta etapa donde se incorporó el doctor Luis Amengual, implantólogo especializado en rehabilitación de pacientes con grandes resecciones maxilofaciales, formado en la Universidad de California, Los Ángeles. “La alternativa que queda es el uso de implantes, específicamente, cuatro implantes cigomáticos y la prótesis conectada al mismo”, detalló.
Los implantes cigomáticos, tornillos largos anclados en el hueso cigomático, ofrecieron una base sólida para colocar una prótesis inmediata. Esta etapa fue liderada por Amengual y el doctor Sebastián Godoy, rehabilitador oral, quienes diseñaron y adaptaron la prótesis que, además de restaurar la estética facial, permitió restablecer la separación entre la cavidad bucal y nasal. Esto fue clave para que la paciente pudiera retomar funciones como la deglución y el habla en los días posteriores a la cirugía.
Un hito de innovación y compromiso humano
La cirugía se desarrolló en dos jornadas que sumaron alrededor de 16 horas y exigieron una estrecha coordinación entre médicos, enfermeras, arsenaleras y personal de apoyo. “Aquí se ponen las calidades humanas de los participantes del equipo en beneficio de los pacientes. Cada una de las personas que participaron en este procedimiento, pusieron su vocación y su experticia profesional”, valoró el doctor Arancibia.
El doctor Amengual también subrayó la importancia de esta intervención como referente regional: “Primera vez que se hace en la zona norte de Chile y si todo sigue igual de bien que hasta ahora, podría ser un tratamiento implementado por el hospital, dada la alta incidencia de cáncer y cáncer agresivos bucales que hay en la región”. Esto abre una alternativa concreta para pacientes que, hasta ahora, debían ser derivados a Santiago o recibían únicamente cuidados paliativos.
La paciente se encuentra actualmente en fase de rehabilitación postoperatoria, que incluirá terapia fonoaudiológica, kinesiológica y apoyo psicológico. Para el doctor Coronel, el impacto de este procedimiento va más allá del caso individual: “Yo creo que el gran hito es que esta podría ser la punta de la lanza para seguir ofreciendo lo mismo a los pacientes. No mandar a los pacientes oncológicos avanzados, muy al límite, a cuidados paliativos, sino que ofrecerles la cirugía”, afirmó, proyectando un cambio profundo en el abordaje del cáncer de cabeza y cuello en la región.
La intervención fue posible gracias a una gestión eficiente del financiamiento de los implantes, con apoyo del hospital y la empresa proveedora, reforzando el compromiso institucional con el acceso equitativo a tratamientos de alta complejidad.
Hito médico en Antofagasta: cirugía multidisciplinaria redefine el tratamiento del cáncer maxilar avanzado
