En una ceremonia marcada por la interculturalidad y el respeto a los pueblos originarios, el Hospital Regional de Antofagasta (HRA) conmemoró este 5 de septiembre el Día Internacional de la Mujer Indígena, fecha instaurada en honor a Bartolina Sisa, mujer aymara que lideró la resistencia contra la colonización en el Alto Perú en 1782.
El momento central de la ceremonia fue el izamiento de la bandera Wiphala símbolo andino que representa la unidad y diversidad de los pueblos originarios. La actividad también incluyó una feria de servicios con stands de unidades del hospital relacionadas a la diversidad y participación ciudadana, como también de instituciones ligadas al mundo indígena.
Este hito reunió a representantes de comunidades indígenas de la región, autoridades del hospital, la Casa de la Diversidad de la Municipalidad de Antofagasta, el Programa Especial de Salud y Pueblos Indígenas (PESPI), además de funcionarios, funcionarias y miembros de la sociedad civil.
“Para nosotros, como Hospital Regional de Antofagasta, es muy importante poder hacer un reconocimiento a los pueblos originarios, en particular en este Día Internacional de la Mujer Indígena. Estamos haciendo esta actividad como representación del compromiso que tenemos como institución en la diversidad cultural”, señaló el director del HRA, Antonio Zapata.
El director destacó además el trabajo que desarrolla el hospital a través de la Unidad de Participación Ciudadana y del programa PESPI, que entrega orientación a pacientes indígenas en su atención hospitalaria y que incorpora señaléticas en lengua lickanantay, la más presente en la región. “Nosotros estamos muy orgullosos de poder ser partícipe de esta actividad y de contar con representantes de las comunidades de Alto El Loa y San Pedro de Atacama”, subrayó.
JUVENTUD INDÍGENA Y ORGULLO DE RAÍCES
Uno de los invitados fue Richard Moscoso Flores, presidente del Hogar Ayllu y miembro de la etnia aymara, quien expresó la importancia de que estas instancias visibilicen la presencia de las nuevas generaciones de pueblos originarios en la ciudad.
“Quiero destacar la importancia más que nada a la difusión de que los pueblos originarios siempre estamos presentes, de que somos jóvenes orgullosos de nuestras raíces. Es muy importante el rescate y que también el Estado nos reconozca en todas estas actividades”, afirmó.
El dirigente recordó que el Hogar Ayllu, con 40 cupos financiados por JUNAEB, ofrece residencia a estudiantes de pueblos originarios en Antofagasta, y que actualmente está en proceso de admisión, con disponibilidad especial para mujeres indígenas. “Nuestro correo oficial es hogar.ayllu@gmail.com y en instagram nos encuentran como Hogar Ayllu”, precisó.
PERTINENCIA CULTURAL EN SALUD
La labor del programa PESPI también fue destacada en la ceremonia. Claudia Anza, facilitadora intercultural, explicó que el objetivo es garantizar un acceso a la salud con pertinencia cultural.
“Lo que hacemos nosotros es guiar a nuestros hermanos al llegar al hospital, en coordinación de horas y en la orientación dentro del establecimiento. Muchas veces llegan por primera vez y no saben dónde acudir. También trabajamos en que se respeten nuestras tradiciones, como el uso de hierbas medicinales o el trabajo de compositores de huesos”, señaló.
La profesional agregó que el programa se está extendiendo a los CESFAM, reforzando la integración de la medicina ancestral con la atención en salud pública.
MUNICIPALIDAD Y TRABAJO CON LOS PUEBLOS ORIGINARIOS
Finalmente, Carola González Durán, coordinadora de la Casa de la Diversidad de la Municipalidad de Antofagasta, valoró el impacto de este tipo de instancias.
“Para nosotros como programa y como municipalidad es de real importancia y relevancia poder contar con estos hitos conmemorativos, ya que no solo releva el trabajo realizado por la mujer indígena durante la historia, sino que también permite desarrollar políticas públicas y programas municipales que atiendan las necesidades de nuestros pueblos originarios”, afirmó.
La ceremonia concluyó con un llamado a mantener vivo el legado de Bartolina Sisa y de todas las mujeres indígenas, reafirmando el compromiso institucional y comunitario con la inclusión, la diversidad cultural y el respeto a la historia de los pueblos originarios.