“El mundo en el que vivimos está lleno de exigencias y demandas que afectan a nuestra salud mental, volviendo éste un tema relevante, no sólo para nuestro sector sino para toda la sociedad. Hoy, el principal desafío que tenemos es romper los estigmas que han rodeado y rodean a la salud mental. Hay que tener en cuenta que dichas enfermedades no son un signo de debilidad: todo lo contrario, la salud mental es parte de nuestra salud integral, por lo que es absolutamente necesario poder abordar estos trastornos de forma abierta y empática, apoyando a quienes los padecen, y a quienes necesitan atención, tal como lo hacemos con cualquier otra patología”,
Las reflexiones corresponden al director del Servicio de Salud Antofagasta (SSA), Dr. Francisco Grisolía, en el Conversatorio “Haz tu parte: Construyendo Salud Mental”, realizado en el Salón Horacio Meléndez del Campus Angamos de la Universidad de Antofagasta y que contó con la participación de autoridades regionales, el Consejo de la Sociedad Civil del SSA, estudiantes universitarios de la carrera de la salud, funcionarias y funcionarios e invitados especiales.
La Unidad de Salud Mental del SSA, al desarrollar la actividad se fijó como objetivo erradicar la discriminación, el prejuicio y el estigma asociado a usuarios y evaluar si la inclusión social se da de manera concreta en la sociedad.
SOCIEDAD MÁS AMABLE Y JUSTA
La máxima autoridad del SSA, agregó que “nuestra prioridad es abordar los problemas de salud mental, eliminando las injustas estigmatizaciones que rodean a aquellos que los padecen; pero también debemos, de una manera preventiva, reducir los agentes que la deterioran, a través del fomento de una sociedad más amable, más justa, más centrada en el otro que en nosotros mismos”.
Andrés Poblete, psicólogo y jefe (s) de la Unidad de Salud Mental del SSA, indicó que “el propósito es crear conciencia para romper etiquetas y que todas las personas con problemas de salud mental tengan un trato digno, respetuoso y con un acceso al sistema de salud basado en la equidad, igualdad, propendiendo a la inclusión social”.
En la oportunidad, el Dr. Vicente Carrasco Ulloa, médico psiquiatra del Hospital Regional de Antofagasta, señaló que “hay que generar espacios de encuentro e interacción social en los cuales las personas que padecen de un diagnóstico de salud mental puedan ejercer sus derechos en plenitud. El prejuicio es lo que lleva a la discriminación, por ejemplo, cuando los medios de comunicación y de entretenimiento etiquetan a las personas de manera negativa, no contribuyen para evitar la estigmatización”. Agregó que, “la discriminación es la base de las barreras que impiden una integración e inclusión real de las personas que sufren de un grado de discapacidad psíquica”.
Oscar Véliz García, psicólogo y académico de la UCN, expresó que “si alguien tiene una sintomatología no representa que está enfermo ni desviado de la norma. Para mí el cambio de mentalidad de la sociedad debe ser estructural y cambiar la mirada de cómo nos relacionamos con las situaciones”.
Jessica Durán Rivera, trabajadora social diplomada en Salud Mental y psiquiatría comunitaria infantojuvenil y cuidados de equipos de la Universidad de Chile, señaló que “el estigma asocia a la discapacidad intelectual a la locura, a la peligrosidad y a lo maligno. Son barreras que, si bien hay intentos por derribarlas, aún están pendientes en nuestra sociedad”. El estigma tiene un efecto muy potente para la reinserción de las personas en los espacios laborales por lo expresado anteriormente.
Los panelistas concluyeron que es necesario profundizar en la salud mental desde la primera infancia, de tal manera que no afecte el desarrollo del ciclo vital, porque hay personas que van desenvolviendo en su ciclo vital, otras en sus diferentes etapas, pero por distintos motivos o determinantes sociales en la adolescencia e infancia se aíslan (el estigma puede ser un desencadenante). De ahí la importancia de incorporar en las mallas curriculares de las universidades y colegios las enfermedades de salud mental, su prevención y la promoción de estilos de vida y convivencia saludable. Además de trabajar con el intersector: educación, vivienda, desarrollo social, deporte, entre otras reparticiones para mejorar la calidad de vida de la población.